La Associació d’Amics del Poble Sahrauí (AAPSIB) y Escola en Pau recibirán el 100 % de las subvenciones nominativas de la Dirección General de Cooperación destinadas a la población de los campamentos de refugiados de Tindouf, especialmente para todos los niños que, debido a la crisis sanitaria provocada por la COVID-19, este verano no podrán pasar las vacaciones con familias de las Illes Balears. Este viernes el Consell de Govern ha autorizado a la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes el pago anticipado para que la AAPSIB pueda ejecutar su proyecto «Mejora de las condiciones de vida de la población saharaui refugiada en los campamentos de refugiados de Tindouf y sensibilización, incidencia política y movilización social de la población balear hacia el conflicto saharaui». Asimismo, también ha dado luz verde al abono de la ayuda a Escola en Pau para el proyecto «Madrasa 2020».
El Govern de les Illes Balears, en su compromiso político con la cooperación al desarrollo, es consciente de que la población saharaui concentrada desde 1975 en una de las zonas más inhóspitas del desierto argelino, concretamente en los campamentos de refugiados ubicados en la región de Tindouf, atraviesa una crisis crónica con graves dificultades humanitarias derivadas de las difíciles condiciones físicas en que se encuentran. Si a esta realidad se suma la crisis de la pandemia mundial de la COVID-19, se ve más que necesario acelerar las subvenciones destinadas a las entidades que realizan esta importante labor solidaria.
Los presupuestos de la Comunidad Autónoma prevén una subvención para la AAPSIB de 200.000 €. Esta entidad es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desde el año 1987 trabaja para promover el conocimiento en las Illes Balears de la situación que vive el pueblo saharaui, favorecer vínculos de amistad entre la población balear y la saharaui, y desarrollar proyectos en los campos de refugiados de Tindouf que permitan mejorar las condiciones de vida de los refugiados saharauis que viven allí.
El proyecto presentado por la AAPSIB contempla las siguientes actuaciones:
— Dar cobertura al sistema de salud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), con lo que se contribuye a fortalecer el sistema de salud pública del pueblo saharaui. Este eje consiste en formar al personal sanitario, enviar medicinas y material quirúrgico, y establecer comisiones sanitarias expatriadas de pediatría y urología para promover el acceso de la población refugiada a una atención sanitaria necesaria y vital para su salud.
— Mejorar la salud y la calidad de vida de los niños saharauis de los campamentos de refugiados mediante el programa «Vacaciones en paz». Debido a la grave situación generada por la COVID-19 a escala mundial, este año los niños no podrán venir a pasar un tiempo de vacaciones en las Illes Balears como hacían cada verano. La entidad ha decidido suspender el programa «Vacaciones en paz» para el año 2020 en el formato habitual y realizar las siguientes actividades alternativas: mejorar la salud de los niños con revisiones sanitarias y talleres de sensibilización sobre su salud; facilitar la conexión de los niños con la cultura y la historia de su sociedad; apoyar la infraestructura y el trabajo del Ministerio de Juventud y Deporte de la RASD, y visibilizar la causa del Sahara Occidental mediante la difusión de las actividades que se realizan en los campamentos. Estas actividades están previstas para niños de entre ocho y doce años.
— Promover la sensibilización, la incidencia política y la movilización social de la población balear hacia el conflicto saharaui. Dentro de este eje se plantean acciones y campañas para divulgar entre la población balear la realidad política, social y cultural del pueblo saharaui y las causas que han generado el conflicto. La finalidad de estas acciones es que los ciudadanos y las instituciones públicas ejerzan una presión constante para avanzar en una resolución justa y pacífica de este conflicto.
— Proporcionar ayuda alimentaria a los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf. Este eje del programa pretende contribuir a aumentar la cantidad de alimentos disponibles en los campamentos y aligerar la situación de inseguridad alimentaria que sufre la población refugiada. Se proporcionará a la población arroz, azúcar, aceite, legumbres y otros productos de alimentación básica de la dieta saharaui.
Por otro lado, la entidad Escola en Pau es una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desde el año 2002 trabaja para fomentar la educación de los niños y jóvenes saharauis de los campos de refugiados de Tindouf. Además de contar con el apoyo total de la Administración saharaui, es una ONGD consolidada en las Illes Balears y tiene una amplia experiencia en la ejecución de este programa educativo. Escola en Pau fue la primera entidad del Estado español en iniciar este tipo de proyectos. Actualmente es el modelo de referencia de dieciséis entidades de nueva creación radicadas en otras comunidades autónomas que llevan a cabo proyectos similares.
Escola en Pau recibirá 35.000 € para el proyecto «Madrasa 2020». Esta iniciativa consiste en la acogida solidaria de niños y jóvenes procedentes de los campos de refugiados saharauis por parte de familias residentes en las Illes Balears, con el fin de que puedan ejercer su derecho a la educación en unas circunstancias y con una calidad adecuadas, y que en un futuro su formación pueda repercutir en el bienestar de sus familias y de su pueblo.
El proyecto «Madrasa» es un programa de acogida humanitaria de niños y jóvenes saharauis procedentes de los campamentos de refugiados del Sahara Occidental en Tindouf por parte de familias radicadas en las Illes Balears para que puedan estudiar en circunstancias mejores de las que tendrían en los campamentos y así mejorar su derecho a la educación y las expectativas de futuro de sus familias y de su pueblo. En el proyecto participan principalmente familias radicadas en las Illes Balears que acogen de manera indefinida y solidaria a niños y jóvenes procedentes de los campamentos. El programa se repite cada curso escolar y, cada tres o cuatro años, según la disponibilidad de familias acogedoras, se incorporan a él nuevos estudiantes.
Este año, la situación provocada por la COVID-19 no permitirá llevar a cabo el programa «Vacaciones en paz», que ha permitido a 4.000 niños pasar los meses de verano con familias españolas.