La sexualidad abarca el sexo, la identidad sexual, los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La vivencia de la sexualidad influye de forma importante en nuestra salud física y emocional. Para disfrutar de una buena salud es imprescindible una buena salud sexual, entendida como la capacidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia.