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Golpe de calor

Golpe de calor

PRIMERA Y ÚLTIMA HORA

Durante los días de mucho calor, es importante organizar las tareas de manera que las más pesadas se realicen durante las horas más frescas, como las primeras horas de la mañana o al atardecer. Hay que evitar hacer actividades físicas intensas durante las horas más calurosas (entre las 12.00 h y las 16.00 h), lo cual es esencial para prevenir golpes de calor y otros problemas relacionados. Si sientes mareo o fatiga, es recomendable interrumpir la actividad y buscar un lugar fresco o a la sombra. En particular, los bebés, las personas mayores y las que trabajan al aire libre son más vulnerables durante estas horas y necesitan atención especial para evitar la deshidratación y otros problemas de salud.

ALIMENTACIÓN / COMIDAS COPIOSAS

La alimentación juega un papel fundamental durante los días calurosos. Es recomendable optar por comidas ligeras, como ensaladas, frutas y verduras frescas, para evitar sobrecargar el sistema digestivo y mantener el cuerpo hidratado. Las comidas copiosas y calientes deben evitarse, puesto que aumentan la temperatura corporal. Además, es importante reducir el consumo de alcohol y otras sustancias que favorecen la deshidratación. En general, seguir una dieta ligera y saludable es fundamental para mantenerse fresco durante todo el día.

ROPA

Llevar ropa adecuada es clave para protegerse del calor. Es recomendable utilizar piezas ligeras, anchas y de colores claros, preferentemente de algodón u otros tejidos naturales que permitan a la piel transpirar. Durante la exposición al sol, es fundamental protegerse la cabeza con un sombrero o una gorra y usar gafas de sol homologadas que bloqueen las radiaciones UVA y UVB. Los bebés tienen que ir bien protegidos, con ropa adecuada, gorra y protección solar.

HIDRATACIÓN

Mantener una buena hidratación es una de las claves para evitar sufrir un golpe de calor. Hay que beber agua a menudo, incluso sin tener sed. Lo ideal es beber pequeños tragos cada quince o veinte minutos. Es importante evitar las bebidas alcohólicas, con cafeína o demasiado azucaradas, puesto que favorecen la deshidratación. Los bebés y las personas mayores requieren atención especial. Hay que asegurarse de que estén bien hidratados en todo momento. Se recomienda beber líquidos isotónicos en lugar de agua si se han realizado esfuerzos físicos intensos, para recuperar los minerales y electrólitos perdidos.

RADIACIÓN Y CREMA SOLAR

Durante la exposición al sol, la protección solar es indispensable. Al menos veinte minutos antes de la exposición, debe aplicarse crema protectora que tenga un factor de protección solar (FPS) mínimo de 30 y que sea resistente al agua. Además, hay que elegir una crema que proteja tanto de los rayos UVA como de los rayos UVB. A pesar de que el día esté nublado o de que estés a la sombra, las radiaciones solares continúan afectando la piel, así que no debe prescindirse nunca de la protección solar. La crema tiene que renovarse cada dos horas, prestando especial atención a zonas como la nariz, las orejas, los labios y el rostro, que están más expuestas al sol.

SOMBRA

Las pausas en lugares frescos y a la sombra son esenciales para evitar el agotamiento por calor. Durante las horas de máxima insolación, entre las 12.00 h y las 16.00 h, lo mejor es permanecer a la sombra. Es fundamental enseñar a los niños a identificar la intensidad del sol: si la sombra que proyectan es menor que su propia altura, significa que es el momento del día en el que los rayos solares son más intensos, lo cual aumenta el riesgo de quemaduras. Descansar en lugares ventilados y alejados de fuentes de calor es fundamental para prevenir problemas relacionados con el calor.

VENTANAS Y VENTILACIÓN

Para mantener la casa fresca, es recomendable cerrar las ventanas y persianas durante el día, especialmente cuando el sol es más fuerte. Pueden aprovecharse las horas de la noche, cuando las temperaturas bajan, para ventilar la casa y permitir que el aire circule. No deben abrirse las ventanas durante las horas de calor intenso, puesto que con ello solo se dejaría entrar aire caliente en la casa y se provocaría el aumento de la temperatura interior.

VEHÍCULOS

Nunca deben dejarse personas o animales dentro de un vehículo estacionado cerrado, especialmente durante los días calurosos. La temperatura en el interior de un coche puede subir rápidamente, poniendo en peligro la salud de los ocupantes. Es esencial asegurarse de que nadie quede encerrado en un coche expuesto al sol.

GRUPOS DE RIESGO

Es importante prestar especial atención a los grupos de riesgo, como los bebés, las personas mayores y las que presentan condiciones de salud preexistentes. Mantener contacto frecuente con estas personas durante las olas de calor es fundamental para asegurarse de que estén bien hidratadas y no realicen actividades al sol durante las horas más calurosas. En el caso de personas que viven solas, es recomendable que familiares o vecinos mantengan con ellas contacto periódico para garantizar su bienestar. Asimismo, las personas que trabajan al aire libre tienen que estar acompañadas o supervisadas para evitar situaciones de riesgo.

MEDICAMENTOS

Si tomas medicamentos de manera crónica, es recomendable consultar con tu médico sobre la cantidad de líquidos que puedes consumir al día. Algunos medicamentos pueden aumentar la sensibilidad al sol, así que es importante pedir consejo sobre cómo protegerse adecuadamente de la radiación solar.

CADENA DE FRÍO

Es fundamental mantener la cadena de frío al hacer la compra. Los alimentos deben guardarse en seguida en el frigorífico para evitar que se deterioren. Los alimentos cocinados tienen que almacenarse en recipientes herméticos en la parte más fría de la nevera para mantener su frescura y evitar la proliferación de bacterias.

EN CASO DE MALESTAR

Si en algún momento experimentas síntomas de malestar a causa del calor, es importante interrumpir la actividad que realizas y buscar ayuda. Resulta esencial avisar a un compañero y, si es necesario, contactar con los servicios de emergencia llamando al 112. Mientras se espera la llegada de los servicios de emergencia, hay que aplicar el protocolo adecuado: llevar a la persona afectada a un lugar fresco y a la sombra, quitarle la ropa, refrescarla con agua y airearla hasta que lleguen los servicios de emergencia para atenderla.

 

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